Lluvia, viento, nieve, los mejores consejos para conducir

28 diciembre 2019 Por asociacion

Ni la lluvia, las nevadas o las heladas serán un problema para tu seguridad vial.
Con tanto temporal y mal tiempo, hoy queremos darte los mejores consejos para conducir con lluvia, viento y nieve facilitados por la Confederación Nacional de Autoescuelas. Ni la lluvia, las nevadas o las heladas serán un problema para tu seguridad vial si sigues estos consejos.
Conducir bajo la lluvia.
Un buen consejo para conducir con lluvia es aumentar la distancia de seguridad, al menos 3 segundos con el vehículo que va delante. En días de lluvia los frenos del coche no reaccionan igual y es recomendable distanciarse el doble de la distancia habitual. Ten cuidado y no pises las líneas blancas, ya que el agarre de los neumáticos en esta superficie es menor al del asfalto.
Frenar de vez en cuando para originar fricción y mantener secos los frenos.
Encender la luz de carretera no es muy recomendable, aunque es obligatoria en vías interurbanas, insuficientemente iluminadas cuando circulemos a más de 40 km/h (y no deslumbremos).
No mantener el antiniebla trasero encendido en retenciones, vías de poblado a poca velocidad porque es muy deslumbrante.
Mantener las escobillas limpiaparabrisas en buen estado. Las escobillas es uno de los elementos que menos cuidamos a la hora de mantener el vehículo y son fundamentales para la buena visión en caso de conducir con lluvia o nieve. Los fabricantes recomiendan cambiar las escobillas si éstas están picadas o en mal estado, y en cualquier modo de forma periódica cada año o cada 15.000 km.
Si vas a conducir con lluvia, utilizar los aireadores dirigidos hacia el parabrisas para evitar que se empañen.


Conducir con hielo en la calzada
Un buen consejo para conducir con hielo es el de no frenar haciendo reducciones bruscas.
El freno motor debe utilizarse para mantener constante una velocidad reducida y adaptada a las condiciones de adherencia, pero, para frenar, debemos utilizar el freno de pie con suavidad. Así, frenamos
cuatro ruedas y no dos y, además, las ayudas a la frenada se conectan.
Con nieve o hielo, la velocidad debe ser muy reducida porque apenas hay adherencia del vehículo al pavimento.
Recuerda que la distancia de frenado puede incrementarse hasta 8-10 veces más de la habitual, es decir, podemos pasar de necesitar 40 metros para detener nuestro turismo si circulamos a 90 km/h, a necesitar 400 metros.
Una marcha que no te obligue a estar continuamente frenando o acelerando, dependerá mucho de la situación, aunque, preferiblemente, corta, para utilizar el motor como freno simplemente al decelerar, y una
larga para iniciar la marcha; la segunda generalmente es la más adecuada.

Iluminación y velocidad. Para conducir con mal tiempo, es recomendable utilizar las luces de posición y cruce durante el día para
que nos vean mucho mejor.
Si llueve, con las primeras gotas enciende las luces de posición y cruce.
Con niebla, lleva encendidas las luces de posición y cruce, siendo recomendable también el uso del
antiniebla delantero.
Si vas a conducir con niebla o lluvia muy intensas, o la nevada es muy fuerte, enciende, así mismo, el
antiniebla trasero.
Si llueve o hay niebla, reduce la velocidad un 25% y si hay hielo, tu distancia de frenado se alarga hasta
10 veces más; en este caso lo mejor es no conducir.

Aquaplaning
En caso de aquaplaning, deja de acelerar y no mover el volante (siempre y cuando no haya pérdida de trayectoria inicial).
No debe frenar bruscamente para no desplazar el punto de aplicación del peso hacia delante y aumentar la probabilidad de sobreviraje. Pero si no puede evitarlo y se produce, reduzca la velocidad para dar tiempo a que el dibujo del neumático canalice el agua hacia los lados del neumático y circunferencialmente.
Si hay agua solo en un lado de la calzada hay que intentar, dentro de lo reglamentario (no invadir el sentido contrario, no circular por el arcén, etc.) que pasen las cuatro ruedas por el gran charco.
Los neumáticos deben tener la presión adecuada: no es recomendable disminuir la presión, disminuye el agarre, aumenta la deriva (movimientos transversales) y aumenta la probabilidad de aquaplaning.
Es recomendable que los neumáticos tengan un dibujo adecuado. El mínimo es de 1,6 mm en las ranuras de la banda de rodadura; no obstante, con lluvia intensa, con 2 mm de profundidad, un turismo medio
puede sufrir aquaplaning a velocidades en torno a 60 – 70 km/h.